jueves, 24 de febrero de 2011

Hemos cruzado la línea



Ayer por la tarde algo cambió. Cruzamos la línea, nos pasamos de listos. De gamberretes con poca gracia a delincuentes buscados por la justicia. Ayer por la tarde mangamos en el Mercadona. Os relatamos los hechos.

Eran las 20:50 (encima llegando casi a la hora de cerrar, jodiendo) cuando llegamos al susodicho supermercado. Despreocupados, haciendo nuestras bromas de siempre, que si coge un buen par de peras que de eso no puede faltar nunca, que si vaya pedazo de pepino…en fin, lo nomal. Ya en la cola (pito) para pagar, no barruntamos el delito, el hecho, el punto de inflexión que cambiaría nuestras vidas. Cuando llegamos al coche a dejar todo lo adquirido (y pagado), lo vimos. Fuera de las bolsas, escondido al fondo del carrito metálico, yacía, coqueto, un bote de champú. Del bueno. Del de muchas vitaminas y mucho brillo. ESTABA FUERA DE LAS BOLSAS. No había pasado por las expertas manos de la cajera. Lo habíamos mangado.

Salimos pitando del Mercadona y llegamos a casa. No dijimos ni una palabra durante el camino. Mientras cenábamos, sólo algunas risas nerviosas rompían el silencio glacial. En nuestras cabezas, oíamos a la policía, los sabuesos detectives, la Interpol, Batman y los 4 Fantásticos salir en nuestra búsqueda:

   - A todas las unidades, a todas las unidades, se busca a dos ladrones.
   - ¿Dónde han robado y cuánto?
   - Delito perpetrado en el Mercadona, el ítem sustraído es un bote de champú.
   - Robar en el Mercadona…¡cabronazos! ¿Qué tipo de champú era?
   - Anticaspa cabello graso multivitaminas extra brillo tufo a frutas del bosque.
   - Joder, son buenos, jamás les atraparemos. Dios mío, ¿qué podemos hacer? ¿Algún testigo, retrato robot?
   - La cajera dice que la embelesaron con una charleta insustancial pero aturdidora y que no se acuerda de qué pinta tenían, pero sí de que eran dos.
   - Parecen profesionales, a estas horas estarán muy lejos, ¿cómo les reconoceremos?
   - Muy sencillo, simplemente busquen a dos tipos con el pelo impecablemente brillante y sedoso.

Hasta aquí los hechos. Lo que vino después es ya leyenda.

Nos ha quedado un anuncio de champú chulo, ¿no? Brad Pitt y George Clooney as los ladrones, Nicole Kidman as la cajera y Gary Oldman as el jefe de policía ¡y a reventar el mercado champulístico!

miércoles, 23 de febrero de 2011

Criticar es gratis (de momento)


Los EWL queremos poner nuestro granito de arena para intentar salir de la crisis.

Es sólo una idea, pero creemos que puede repercutir muy beneficiosamente en las arcas del Estado, tan maltrechas hoy en día. El percal sería el siguiente: Cobrar por criticar. Es el deporte nacional por excelencia y la gente no paga nada por él, de ahí se puede sacar tajada vía impuestos.

Se crearía un organismo público que lo regulara, ofreciendo packs por cierto número de críticas o tarifas planas con nombres inventivos como “Si me muerdo la lengua me enveneno” y otros. Se haría una aplicación para iPhone y toda la pesca, e incluso una red social de criticar. Ah, no, que para eso ya hay muchas webs...

Por supuesto, el mundillo del Pop sería una de las fuentes más importantes de este tipo de riqueza barriobajera cotillil. Habría que elegir muy bien los blancos de las rajadas porque costarían pasta. Picos de recaudación los findes, claro. ¿Os imagináis?

-        Qué mal me cae la Sole, es una *piiiip - su saldo criticón se ha agotado*.
-        ¿Qué dices?
-        Que Sole es una *piiiip*.
-        Ay, se te ha acabado el saldo criticón.
-        Si, eso parece. Espera que voy al cajero de la esquina, me fumo un piti y vuelvo a seguir cascando.

¡Y a poner el cazo! 

El mercado internacional es otro terreno virgen en el que se podría implantar la medida. “Critica como un español” con dos toros de Osborne cuchicheando sería una buena campaña. Sol, fiesta y cizaña, la nueva oferta turística española.

Pues así es la cosa.

¡De nada, Zapatero!

PD; No vamos a decir que haya sido idea suya del todo…bueno, sí. ¡Gracias, Tang!

lunes, 21 de febrero de 2011

EWL 2011 (retrato en Paint)

El Paint es nuestra forma de expresión más pura. Aquí, un retrato de familia de hoy mismo:

Mi primera mix-tape


Era 1993, yo era un pimpollo y no conocía la música. Bueno, mi padre, el fan de John Wayne, me había inculcado escrupulosamente el amor por la música clásica con los remixes de grandes éxitos que hacía Luis Cobos, una especie de “para qué escuchar una suite de 12 minutos si lo mejor dura 2”. La radio escupía aquello que luego supe que se llamaba música pop de vez en cuando, pero yo no atinaba exactamente a saber qué hacer con aquello. ¿Se supone que debía escucharlo con la misma atención que los fragmentos escogidos de la familia Strauss?

Un buen día me dí cuenta de que algunas de esas piezas ejecutadas con instrumentos diferentes a violines y trompetas me gustaban y decidí hacerme una cinta remix por mí mismo con las mejores, las que me animaban y gustaban más. Así nació mi primer “tracklisting” consciente de canciones.

Mi técnica era, ojito, poner a grabar todas las canciones que ponían en la radio. Una vez que empezaba, decidía si me gustaba o no y la dejaba o por el contrario rebobinaba y esperaba a que comenzase la siguiente canción. Profesional y muy de hoy en día, que como no te gusten los 15 primeros segundos de una canción ya estás desgastando la tecla de “siguiente” del ipod. Es una pena pero sólo recuerdo algunas canciones de aquella primera cassette:

- “Man on the Moon” de REM. No sabía quiénes eran y no me preocupé por ellos hasta unos 5 cinco años después cuando un amigo me dejó una cinta (of course) con sus mejores temas hasta el momento, quedando prendido de Stipe y Cía.

- “Living on a prayer” de Bon Jovi. Junto con Maná, los rockeros de palo por excelencia.

- “Perfect” de Fairgroud Atracction. He tenido que buscar ahora mismo de quién era la canción, no os digo más.

Más tarde llegarían los Boom, Máquina Total y todos esos engendros que te lo daban todo hecho...
En fin, qué tiempos. Venga, no seáis tímidos y decidnos qué incluía vuestra primera compilación de temas, ¡desnudad vuestras almas!

jueves, 17 de febrero de 2011

Club de fans de John Wayne


Todos tenemos una figura o personaje que nos recuerda a nuestra infancia, que nos marcó indeleblemente. El mío, ya lo sabéis, es Miguel Induráin. Es un poco cutre, la verdad, por lo que os voy a hablar del de mi padre, nada más y nada menos que John Wayne.

Mi padre de pequeño vio a John Wayne. Y no me refiero a las tropecientas y pico películas que se tragó en sesiones matinales dobles en las que por dos pesetas veías dos pelis, comías palomitas y te quedaba para unos chicles al salir, no. Me refiero a que lo vio en persona. La luz que desprendía el vaquero por excelencia, el macho con mayúsculas, el símbolo de una época en la que los hombres se ponían pantalones y las mujeres faldas, viajó desde su americana figura hasta penetrar las pupilas y, en última instancia, el corazón y las tripas de mi padre. Y ahí se quedó foreva. Fue en Sitges, donde años después comenzaría a celebrarse uno de los festivales de cine más aclamados de España. ¿Casualidad? Seguramente sí, pero es un dato.

Aquella breve visión del actor ya anciano y bajando (o subiendo, no recuerdo) de un yate le bastó para que desde entonces no pase un día sin que fagocite una peli del Oeste, a poder ser con el Duque en ella.

Pero lo que más me gusta de esta breve y concisa anécdota es la humildad de mi padre. Si esto me hubiera pasado a mí hace 40 años, al principio contaría eso, que lo había visto subir a un barco, pero con los años deformaría la historia hasta convertirlo primero en un intercambio de miradas, luego en una pequeña conversación, más tarde en algún whisky juntos para terminar con tiroteo y salvación de damisela en peligro a dúo. Mi padre es sincero y campechano (como el Rey) y no ha cambiado los hechos a través del tiempo. Ahí quiero poner el énfasis.

Dentro de un tiempo diré que los EWL teníamos un Bloz que era la polla con cebolla, pero no colará. Al dejar todo registrado, la Internet ha matado el noble arte de la exageración. No todo iba a ser bueno.


martes, 15 de febrero de 2011

¡Zapatero contesta!

O por lo menos sus asesores.

Hace unos meses se nos ocurrió como tontuna pedirle a José Luis Rodríguez Zapatero, de profesión Presidente del Gobierno, que se viniera con nosotros a cantar en algún concierto. Y sus subalternos (el becario del Director del Gabinete de Presidencia del Gobierno, suponemos) nos han contestado muy amablemente y "por indicación del Presi" que por razones de agenda no es posible aceptar nuestra invitación.

No sabemos muy bien qué extraer de esta experiencia, pero nos ha parecido pintoresca y por eso lo compartimos con todos vosotros.

A partir de 2012 me da a mí que la agenda de Shoemaker estará más aligerada y lo mismo lo volvemos a intentar.

PD; Lo que os enseñamos es un pantallazo del pdf que nos han enviado, he intentado convertirlo a jpg con la más alta tecnología (el paint) y no he podido. Menudos están hechos en Moncloa.

lunes, 14 de febrero de 2011

Yonkilata

Íbamos andando los dos EWL camino de nuestra tienda de chinos favorita (la que más cerca está, más que nada) a comprar algo de aperitivo (sorry, Tang) cuando casi a punto de llegar vimos unos chavales (15 o 16 años) apoyados en un coche. Justo cuando nos disponíamos a entrar se dirigieron a nosotros.

-          ¡Oye, tíos!

El hecho de utilizar la palabra “tíos” y no “señores” hizo que nos cayeran bien al instante, nos habían acercado a ellos introduciéndonos en su círculo, éramos teenagers one more time. Lo único que nos preocupaba era tener listo el coche para el baile de primavera y conseguir que Mary nos dijera que sí, que venía con nosotros. El calor ya había llegado a nuestra zona residencial y las tartas de manzana se enfriaban en los alféizares de las ventanas desprendiendo un olor que incitaba al desenfreno. La gran feria del condado sería en apenas unos días y la señorita McCloud nos había dejado salir antes de clase. El nuevo tocadiscos que nos había traído el tío Bill de la capital nos esperaba junto a los últimos vinilos de Jefferson Airplane y Led Zeppelin. Tendríamos que escucharlos a escondidas porque mami no nos dejaba oír aquella música del demonio, como ella decía.

-          ¿Si?- Respondimos nosotros haciéndonos los interesantes.
-          ¿Nos podéis comprar una yonkilata?
-          ¿El qué?
-          Una yonkilata.

En ese momento nuestros cerebros se pusieron a funcionar a toda marcha para agradar a aquellos chavales que nos habían tomado por “tíos”. La búsqueda del significado del término yonkilata se realizaba a velocidad luz entre las pocas neuronas de los EWL. No podíamos decepcionarles. Segundos después, y ante nuestras caras medio pensativas (de mirar de lejos) medio aleladas, los adolescentes nos sacaron de la duda.

-          Una yonkilata, una lata de cerveza de medio litro…
-          ¡Aaaaaaaaaaah!

Intentamos mostrar nuestra cara de “ya lo sabía, es que me ha dado un aire”, pero no pudimos. De pronto, un socavón gigantesco en cuyas paredes se podía leer “choque generacional” apareció entre nosotros y las risas de los púberes. Dichas risas se amplificaron en nuestros oídos y nos devolvieron al presente.

-          ¿Nos la puede comprar, señor?

Ésa fue la daga que cortó todo lo que nos mantenía unidos a nuestra loca juventud. De vuelta a la realidad y con las orejas gachas, respondimos todo lo dignamente que pudimos. Ya una vez en casa, abrimos las pataturcias y ahogamos nuestras penas en grasas saturadas.


jueves, 10 de febrero de 2011

Kebap in the back

Este verano nos fuimos a pasar unos días a Berlín. De hecho muchas de las nuevas canciones las escribimos allí. Esta experiencia dio para muchas anécdotas, y hoy hemos decidido haceros partícipes de una de ellas.

Vivíamos en el barrio turco de la ciudad, en un ambiente muy tranquilo y relajado. Comida barata por todos lados, garitos vintage para tomar café y cervezacas de medio litro por un mísero euro. Uno de nuestros pasatiempos favoritos era ir a comer fuera, ya os digo que es bastante barato, y lo hacíamos prácticamente todos los días. Chinos, hindúes, japoneses, todo tipo de restaurantes nos esperaban con los brazos abiertos para deleitarnos con suculentos platos. Por supuesto, la comida para llevar también nos tentaba mucho, y una noche decidimos cenar kebap.

Pero mira tú por donde aquí Santi estaba borrucho (ver el diccionario EWL-Castellano), vete a saber por qué. Al llegar al sitio el borruchímetro empezó a dar medidas peligrosas cuando el dependiente y nuestro protagonista no se podían entender. El Inglés del turco era inexistente, al igual que el Alemán de Mr. S. Al final, y tras un intercambio de signos y señales universales, consiguió pedir un kebap de ternera sin queso. La tormenta comenzó cuando lo que le entregó el dependiente fue un kebap vegetal con queso. Santi comenzó a increpar al señor cogiendo el queso con los dedos y sacándolo del kebap a la vez que diciendo con perfecta pronunciación “nain, nain”. Una vez que había quedado claro que eso no, dejó el bocadillo en el mostrador y se dio la vuelta indignado.

Pero claro, el señor de origen turco no había ido a Alemania para que vagos tocapelotas españoles le pegaran la bronca, por lo que decidió practicar un deporte muy extendido en Turquía, el “Kebap in the back”. Éste consiste en atizar a tu contrincante en la espalda con un kebap mientras el susodicho se está alejando corriendo de ti. Al ser campeón de su barrio de la especialidad y el blanco estar tan cerca, el acierto fue pleno. La salsa de yogur se derramó en una mancha blanca formando una circunferencia casi perfecta en la chaquetilla de Santi. Cuando éste se volvió indignado, el turco le señaló con el cuchillo de cocinero increpándole, ante lo cual el cagómetro pudo al borruchímetro y ahí quedo todo. “Vente para acá que hago un kebap contigo”, creemos que era lo que gritaba el dependiente.

Ya en España, Santi sigue viviendo su vida con toda la tranquilidad que puede después de la experiencia, aunque ha cogido animadversión a este tipo de comida.

En Berlín, el cocinero atleta continúa su labor de dar de comer a todo el que se presenta en su establecimiento. Además, fue tercero en el Campeonato Comarcal de Berlín de Kebap in the back.


martes, 8 de febrero de 2011

Miguel

A los EWL la pasta nos encanta. La comemos bastante, como buenos adultescentes, y de muy diversas formas. Yo (Santi) en particular soy muy fan. Ya desde pequeñito siempre estaba dando la tabarra a mi madre con que hiciera macarrones o canelones o lo que fuera. De hecho, había un mes al año que la comía todos los días. Era el mes de Julio. Y era el mes del Tour de Francia.

Todas las calurosas tardes de esas tres semanas me apoltronaba en el sillón de casa de mi abuela y disfrutaba, medio dormido, del gustillo de ver hacer ejercicio a otros desde la comodidad de tu hogar. Pero claro, eso no bastaba. Por entonces yo estaba trafolludo y no por casualidad, ya que para ver la ronda gala lo tenía que hacer en condiciones, esto es, con unos buenos melocotones maduros y, atención aquí, espaghettis. ¿Después de comer, espaghettis? Me diréis. Pues sí, la vida del gordo es así de dura. Claro, que más que una cuestión de hambre era una especie de ritual mantra en el que la somnolencia, el aroma de los melocotones y el comer espaghettis crudos a pequeños mordisquitos me hacía entrar en un estado nirvanesco my agradable.

Por supuesto, Miguel Indurain era mi ídolo, menos emocionante que Perico pero fiable como una máquina alemana, hasta que se cansó y lo dejó. Este navarro campechano conseguía que después de una buena comida, 2 o 3 melocotones y 3 o 4 espaguettis crudos, cogiera mi bici y con mis santos c*** me fuera a dar vueltas por ahí bajo un Sol manchego de justicia. Yo me radiaba a mí mismo la carrera como si fuera ciclista y periodista a la vez, y la etapa siempre acababa en lo alto de la cuesta del cementerio, mi Alpe D’Huez particular. Una vez llevada a cabo mi etapa diaria y habiendo recogido mi trofeo y mi leoncito como ganador (bueno, casi siempre), volvía a casa y merendaba, no fuera a ser que me diera un desmayo.

PD; Por cierto, ¿sabéis que hay un grupo que se llama Indurain?


lunes, 7 de febrero de 2011

Alta comedia

Aburrirse es muy malo. “Cuando el demonio de aburre mata moscas con el rabo”, decía mi abuela. No sé muy bien qué quería decir con eso, supongo que el tiempo libre provoca las tonterías más grandes. Sólo hay que leer este Blog. Pues bien, una cosa curiosa que se puede hacer cuando te aburres es googlear una palabra y ver cuál es la primera foto que aparece. Convirtamos esta entrada en interactiva probando a llevar a cabo el divertimento.

Por ejemplo, googleemos “manzana”. La primera foto es un dibujo de una manzana. Bastante normal, ¿no? Si nos fijamos en la foto nº 6 la cosa ya se pone interesante. Foto de manzana-vampiro ¿?

Y si vamos a la foto nº 8 llegamos al quiz de la cuestión. Pongas lo que pongas, pronto aparecerán unas tetas, una picha o algo sessi. En este caso es una manzana con forma de titola y va acompañada de la ingeniosa frase “la manzana que se comió Eva”. Pura alta comedia, oigan.




viernes, 4 de febrero de 2011

La Pisabolsos

No voy a decir nombres pero ella sabe quién es. Bueno, seguro que no, porque ni se acordará del episodio de las andanzas de los EWL que os voy a relatar. De hecho ni sabrá que forma parte de nuestro imaginario, pero tiempo al tiempo.

Estábamos recogiendo nuestros bártulos después de llevar a cabo nuestra típica y aseada faena de teloneros para un señor y su compañía. Pelo sudoroso y bajona típica del final de un concierto, esa pequeña muerte anticlimática que ocurre en todos estos eventos. Bueno, en los de LOL no porque sabes que tocarán al día siguiente y al otro y al otro y al otro en un rito orgiástico sin fin para sus seguidores, por lo que la última canción de un concierto se convierte en el cigarrillo de entremedias de dos coitos, el que mejor sabe.

El caso es que cuando terminamos de ordenar nuestras cositas subimos al “backstage” (por decir algo) y allí estaba. Belleza de virgen tallada en marfil de cuerno de Unicornio con actitud suficientemente barriobajera para gustar a escritores en decadencia pero con tanta clase en su forma de cantar (susurro sessi) que también gusta a modernos y culturetas, hombres con pene en general. Me quedé un momento abstraído por su presencia, incapaz de acercarme ni de mirar atrás, cautivado por su canto de sirena y su promesa embutida en pantalones de cuero (porque la Pisabolsos no lleva plastiquete, lleva cuero cuero). Hablaba con un músico sobre qué se yo, esa gente sabe mucho y sus temas se me escapan.


Así me hallaba cuando me acordé de para qué había subido al backstage. Coger mi bolso. Mi raído, viejo y compañero de fatigas bolso que me compré cuando ya no era moderno llevarlo en Madrid pero en el pueblo todavía te miraban mal, acierto pleno. Lo busqué con la mirada y, tras 2 minutos en los que la angustia empezaba a aumentar, me percaté de dónde se encontraba. Ni más ni menos que a los pies de ese par de columnas negras, mitad dóricas mitad jónicas. Allí yacía, medio pisado por sus taconazos. Por su tacón izquierdo, para más señas. Sin saber muy bien cómo actuar, me acerqué medio disculpándome medio postrándome a sus pies y de un tirón recuperé lo que era mío. Ella, por supuesto, ni se inmutó y siguió su charleta animada.

Bajé la escalera de vuelta a donde me correspondía y cuando me faltaban un par de escalones me dí la vuelta y, en voz medio baja y quebradiza, sea como sea inaudible para ella o el resto de su séquito, susurré un “gracias” ridículo y seguí mi camino. No sé a qué pijo venía encima darle las gracias, por no haberme escupido o gritado al verme trajinando por su zona baja y llamado a seguridad, porque por lo demás no supo de mi existencia ni la de mi pobre bolso, el cual ha quedado traumatizado de por vida por la experiencia. Ahora soy yo el que tengo que aguantar sus sollozos al dormir y sus despertares alterados en medio de la noche. “No pasa nada, duérmete, yo te protejo de la Pisabolsos”, le digo, y normalmente consigue conciliar el sueño de nuevo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Diccionario EWL-Castellano

-          Borrucho, estar; Estado a medio camino entre el enfado infantil y la indignación adulta. Cuando un individuo se encuentra en este estado (véase Santi), es mejor dejar que se le pase en la intimidad de su propia burrería.
-          Bullate; Culo respingón y asible.
-          Cabra, Sonido de la; Nuestro sonido de teclado favorito.
-          Centrífico; Pasta de dientes.
-          Comepúas; Monstruo chiquitín que se alimenta de púas (Ver entradas anteriores del Bloz).
-          Dinosaurio, Patas de; Alimento procedente del pollo que gustamos de cocinar en el horno.
-          Fanes; Dícese de los seguidores acérrimos de una banda.
-          Gachón, estar; Estado de cansancio en el que todo te hace gracia, hasta la cosa más tonta produce una risa ídem.
-          Gilf; Cuando tus amigas son Milf, las antiguas Milf ahora son Gilf. (Véase Milf).
-          Guisantis; Guisantes cocinados por Santi. Pueden contener cualquier cosa.
-          Gustera; Placer, bienestar.
-          Metadona; Nuestro supermercado favorito.
-          Microondas; Lavavajillas.
-          Milf; Señora que es mamá pero de buen ver, sin rulos.
-          Nigga Rice; arroz negro, como el pop de El Guincho.
-          Papakapakawahwah; Banda sonora de la cosa sessi. (Véase sessi).
-          Roz; junto al Roll, música salvaje y despreocupada.
-          Sessi; Caliente caliente, que destila sensualidad. Que asegura el palotismo.
-          Santísima Trinidad, La; Ketchup, mayonesa y mostaza.



martes, 1 de febrero de 2011

DISCOGRAFÍA

Nuestros retoños:



- ALBRICIAS / 2013 / Discos de Paseo (a la venta aquí).

- CIENCIAS EXACTAS / 2011 / Elefant (a la venta aquí).

- LESIONES CEREBRALES / 2010 / Autoeditado (disponible para descarga aquí)


También participamos en:


- NO TE APURES MAMÁ, ES SÓLO MÚSICA POP / 2011 / La Fonoteca Discos (a la venta aquí)

Y hemos hecho algunos remixes:

- SOLLETICO / TROVADORES (BAILANDO A LO LOCO - EWL REMIX) (escúchalo aquí)
- SUICÍDATE (ACCIÓN FATAL REMIX) (escúchalo aquí)